Libros, carpetas, figuritas, bolsos… Al final, la mesa grande del salón se convierte en una especie de enorme cajón de sastre en la que es imposible encontrar nada y, sobre todo, que deja de cumplir su función principal. Porque, ¿a ver quién se reúne en torno a ella a comer o a charlar, estando como está desbordada de todo tipo de objetos?
Por suerte, siempre hay un plan B, práctico y por poco dinero. En este caso, la vía alternativa pasa por añadirle a nuestra sala de estar alguna de estas mesas auxiliares para el salón. La forma en la que estos prácticos muebles nos pueden ayudar es doble:
Los usos de las mesas auxiliares para el salón
De un lado, una mesa auxiliar puede servir para aliviar la carga de la mesa principal. Basta con que coloquemos un poco los diferentes objetos, de modo que, en lugar de estar desperdigados por un espacio de uno por dos metros, quepan en la mesita. La otra forma en la que estos muebles nos ayudan es ejerciendo ellos mismos de mesa principal.
Sobre todo si hablamos de familias pequeñas o en las que son pocos quienes usan el salón, una mesa auxiliar puede muy bien ser un sitio perfecto sobre el que comer, jugar un rato o sostener los cafés durante una relajada charla.
El precio no es problema
Dicho esto, nos adelantamos a tu objeción. Esa que pones siempre que ves algo que te gusta… Eso es: cuando dices que no tienes dinero. Si echas un vistazo al enlace que tienes en la segunda línea del segundo párrafo (¿o te creías que era un adorno?) verás que el precio es el menor de los problemas.
De hecho, la verdadera complicación a la hora de elegir una mesita auxiliar de salón es, justamente, elegirla. Son muchos los modelos, las formas y los colores… y a unos precios, como ya has visto, muy bajos (no nos digas que no puedes invertir sesenta euros en tu comodidad).
De hecho, más que hablarte del proceso de compra de una mesa auxiliar, algo que puedes hacer sin ayuda de nadie, dado lo sencillo e intuitivo del proceso, vamos a dedicar el último párrafo de este escrito a aconsejarte cómo elegir una de entre tantas posibilidades.
Veamos: ten en cuenta el estilo de tu salón, el espacio del que dispones, la colocación del resto de los muebles, su color, la luz que los ilumina… y compra tu mesa auxiliar pensando en ello… o haz justo todo lo contrario. Pero, del precio, olvídate.
